Buenos días a todos.
¡Hoy es Halloween! y mañana será el día de Todos los Santos.
Mi primer contacto con Halloween fue a los 5 años en clase de inglés. Hoy en día todos los niños lo conocen, pero a principios de los años 90 no era tan común que un niño supiera lo que era.
A finales de octubre, mis profes de inglés siempre hacían una clase especial para “celebrar” esta festividad. Nos ponían la película “The Halloween Tree” (la adaptación cinematográfica del libro de Ray Bradbury), nos enseñaban el vocabulario relacionado y nos contaban cómo se celebraba esta fiesta en su país.
Película de los años 90 “The Halloween Tree”. En España se conoció como “El Árbol de Halloween”
Me parecía la fiesta más molona de todo el año (más que Navidad) y me preguntaba por qué los españoles no la celebrábamos. Para un niño, Halloween es fantástico: te disfrazas, ves pelis de “miedo” y vas por todas las casas de tu barrio pidiendo caramelos. ¡Fantástico!
Foto de aquí
En cualquier caso, yo hoy os quería contar cómo surgió esta fiesta y la razón por la que los niños piden caramelos.
Halloween es la contracción de All Hallows’ Eve (literalmente, víspera (Eve) de Todos (All) los Santos (Hallows). Halloween es una fiesta de origen celta que se celebra en la noche del 31 de octubre en países anglosajones como Canadá, Estados Unidos, Irlanda o Reino Unido.
Como he dicho antes, Halloween tiene su origen en una festividad céltica conocida como Samhain que se celebraba el 1 de noviembre, al final de la temporada de cosechas. Los celtas creían que los muertos retornaban a nuestro mundo convertidos en fantasmas o espítirus en la víspera del Samhain (esto es, el día 31 de octubre). Por ello, los celtas dejaban vino y comida en las puertas de las casas para agasajar a los espíritus buenos y se disfrazaban de fantasmas para ahuyentar a los espíritus malvados o para pasar desapercibidos entre ellos.
En el siglo VIII, los cristianos transformaron el Samhain (recordemos, el 1 de noviembre) en la festividad de Todos los Santos, y su víspera, en Halloween. El día 2 de noviembre (el Día de los Difuntos), los cristianos recorrían las casas ofreciendo oraciones por los muertos de las familias a cambio de unos pasteles llamados cake souls (pasteles de almas). Asimismo, los aldeanos iban por las casas cantando canciones y recitando poesías a cambio de alimentos para el invierno. En el siglo XIX, los irlandeses llevaron esta tradición a Estados Unidos, en la gran emigración irlandesa. Con el tiempo, la tradición derivó en el famoso “trick or treat” (truco o dulce).
En cuanto a la utilización de calabazas talladas, se trata de una referencia a la leyenda de Jack-o-Lantern (Jack, el de la linterna).
En los países anglosajones, además de repartir caramelos, se elaboran numerosos dulces con la temática de Halloween. Por ejemplo, The Hummingbird Bakery ha preparado estos cupcakes y pasteles:
Cupcakes variados, tarta de vainilla y tarta de chocolate
Cuando estuve estudiando en Estados Unidos, compré la revista Halloween: Food, Fun & Crafts que os enseño aquí abajo (está en inglés). Es de Best Recipes y cuesta unos 5 dólares. Todos los años publican un número especial por esta fecha. Podéis comprarla por Amazon o por eBay.
En España podemos encontrar el libro ¡Un zombie se comió mi cupcake! de Lily Vanilli (editorial El País Aguilar). Aviso a navegantes: hay algunos muy siniestros.
Este es ya “too much”. Fotos de aquí.
Pequeña reseña bibliográfica que no tiene nada que ver con los dulces: Uno de los libros que más me pudo gustar cuando era pequeña fue libro The Halloween Tree (El Árbol de las Brujas en castellano) de Ray Bradbury. Bradbury escribió este libro en 1972 para explicar a los niños el origen de Halloween y la celebración de la muerte a través de una historia emocionante y llena de aventuras. Lamentablemente, este libro está descatalogado en castellano. Hace un par de años sacaron una reedición en inglés que todavía se puede comprar en Amazon.
Portada de la nueva edición de The Halloween Tree
Un beso a todos.
M.